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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este martes sobre la escalada de la desnutrición entre las mujeres embarazadas y lactantes en la Franja de Gaza, que está provocando un "efecto dominó" sobre miles de recién nacidos. Los bebés con bajo peso al nacer se han duplicado desde 2022, y la mortalidad neonatal ha aumentado un 75%.
Las cifras revelan una crisis sanitaria generacional. Antes de la ofensiva israelí, en 2022, una media de 250 bebés al mes nacían con menos de 2,5 kilogramos de peso, el 5% del total de nacimientos. En la primera mitad de 2025, la cifra aumentó a 300 bebés al mes, el 10% del total, pese a registrarse menos nacimientos. Entre julio y septiembre, antes del alto el fuego, la media se disparó a 460 bebés al mes, 15 cada día, casi el doble que antes de la ofensiva.
La mortalidad infantil refleja el deterioro extremo. Los bebés con bajo peso tienen aproximadamente 20 veces más probabilidades de morir que aquellos con peso normal. La mortalidad neonatal en el primer día de vida aumentó un 75%: de una media de 27 bebés al mes en 2022 a 47 bebés mensuales entre julio y septiembre de 2025. Al menos 165 niños han muerto de desnutrición durante la guerra.
El "patrón claro" de una tragedia generacional
La portavoz de UNICEF, Tess Ingram, describió a EUROPA PRESS la dimensión de la crisis: «El patrón es claro: madres desnutridas que dan a luz a bebés con bajo peso o prematuros, que mueren en las unidades de cuidados intensivos neonatales de Gaza o sobreviven, solo para enfrentarse ellas mismos a la desnutrición o a posibles complicaciones médicas de por vida».
Ingram subrayó que el problema trasciende lo visible. «No todo se puede atribuir al parto prematuro o al bajo peso al nacer, pero, junto con el aumento de las anomalías congénitas, los médicos me dicen que es algo habitual», explicó. La desnutrición representa «los efectos generacionales del conflicto en las madres y sus bebés» y, aunque «es menos visible que la sangre o las heridas», «es omnipresente».
Crisis sanitaria y restricciones de suministros
El Ministerio de Sanidad gazatí reveló que alrededor del 38% de las mujeres embarazadas examinadas entre julio y septiembre fueron diagnosticadas con desnutrición aguda. En octubre, 8.300 mujeres, 270 al día, fueron ingresadas por desnutrición. La situación se agrava por la destrucción del sistema sanitario de Gaza, la falta de personal médico y los obstáculos impuestos por las autoridades israelíes a los suministros médicos esenciales.
El bajo peso al nacer se atribuye a la mala nutrición materna, el aumento del estrés materno y la limitada atención prenatal, factores generalizados en Gaza. UNICEF ha pedido aumentar la ayuda urgente a la Franja, especialmente para la salud y nutrición de mujeres embarazadas y lactantes, con el objetivo de reabastecer los mercados locales con alimentos nutritivos suficientes.
La ofensiva israelí ha causado más de 70.300 muertos en los últimos dos años, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí. El conflicto continúa pese a un frágil alto el fuego, dejando consecuencias sanitarias que se extenderán por generaciones.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).
